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Córdoba: Masiva marcha de médicos por la imputación de dos colegas

Cientos de facultativos se movilizaron en Córdoba contra la judicialización de su actividad

La imputación judicial de dos médicos en la investigación del contagio colectivo de coronavirus registrado en el geriátrico Santa Lucía de Saldán generó una ola de indignación masiva entre los facultativos de la salud, que ayer salieron a protestar en nuestra ciudad y en otras localidades del interior provincial en repudio a la medida, con una serie de reclamos dirigidos a las autoridades políticas, y a la sociedad en general.

“No somos héroes ni asesinos, somos médicos. Basta de maltratos. Basta de culparnos. Basta de amenazas”, rezó la consigna central de la multitudinaria manifestación realizada por la tarde en el centro de esta capital, donde cientos de médicos y profesionales de la salud se movilizaron en automóviles, con carteles adheridos a sus vehículos que expusieron una amplia variedad de reclamos.

Desde el repudio a “la imputación de la justicia hacia dos de nuestros colegas” y a las “amenazas y los malos tratos” que reciben a diario, hasta cuestionamientos por los bajos sueldos y tarifas de prácticas y consultas, o hasta por atrasos en los pagos de sus honorarios; los médicos denunciaron las duras condiciones en que ejercen su profesión en medio de una pandemia global que los tiene a ellos en la primera línea de batalla.

La manifestación buscó mostrar la unidad de los trabajadores de la salud ante la imputación de dos médicos del geriátrico Santa Lucía por parte de la Unidad Fiscal de Emergencia Sanitaria (Ufes). “No somos responsables de esta pandemia”, advirtieron los galenos, que se movilizaron para “defender a nuestros colegas de abusos, amenazas e imputaciones y demostrar que los médicos estamos unidos”, informaron.

El secretario Gremial de la Asociación de Médicos de la República Argentina (Amra), Pablo Lutterini, convocó además a una conferencia de prensa para hoy donde todas las asociaciones médicas de Córdoba se pronunciarán sobre el hecho, algo que calificó como “histórico”.

La imputación derivó en una respuesta coral de las distintas entidades profesionales que lamentaron el riesgo de una judicialización de su actividad ante una enfermedad nueva, muy transmisible, en el marco de una pandemia global. “La peor noticia en el peor momento”, sintetizó el Consejo de Médicos de la Provincia (ver recuadro); mientras que la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de la Provincia (Aclisa) declaró que los profesionales imputados “sólo habían cumplido con su deber”.

Ante esta seguidilla de pronunciamientos, el fiscal a cargo de la Ufes, Andrés Godoy, argumentó que las actuaciones judiciales “están vinculadas a dos profesionales médicos específicamente, y en una situación que es investigada”, e insistió en que detectaron “graves y serios incumplimientos e irregularidades por parte del personal médico que desempeñaba tareas en el geriátrico mencionado respecto de los protocolos elaborados por la autoridad sanitaria”.

Duras críticas del Consejo de Médicos

Bajo el título “La peor noticia, en el peor momento”, el Consejo de Médicos de la Provincia de Córdoba repudió con dureza la imputación de dos profesionales de la salud en la causa que investiga el brote de coronavirus registrado en el geriátrico Santa Lucía de Saldán. “Cuando todos estamos poniendo nuestra energía en esa batalla (contra el Covid-19), debemos desviar la mirada para ver con estupor, indignación e impotencia, cómo un fiscal ha imputado a dos colegas médicos”, aseveró la organización, que consideró que “criminalizar a los profesionales no parece ser el mecanismo adecuado para encontrar la verdad”.

Si bien la entidad no cuestionó “que se investigue lo ocurrido”, repudió que “la justicia decida ser rápida sin considerar los hechos en el contexto adecuado”. “Hay que saber que todos los médicos podemos contagiarnos en el ejercicio de nuestra profesión, todos podemos ser asintomáticos”, argumentó y sentenció que “el fiscal abrió con su imprudencia e inexplicable velocidad procesal, una puerta muy difícil de cerrar: la del miedo y la estigmatización y sus consecuencias imprevisibles”.  

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