Bochorno en Merlo: favorecen para un cargo docente a la esposa del jefe de Gabinete

 La insólita trama que involucra al intendente, a su mano derecha y a su esposa por un cargo en una escuela especial. En el medio, los chicos. 

Un concurso docente que históricamente fue intachable en la comunidad educativa de Merlo se vio manchado por una mano política motivada por la Intendencia de la localidad. La grave situación derivó en la designación para un cargo docente de la esposa de un alto funcionario municipal que había salido segunda en el concurso.

El establecimiento afectado es Mirlo, dedicado hace 34 años a la educación especial, un aspecto muy sensible que parece no interesar en la municipalidad merlina. Ante la impotencia de la situación, los directivos del colegio decidieron hacer una presentación para que se revea la orden comunal.

El conflicto comenzó cuando el concurso para cubrir un puesto de trabajo social por la jubilación de la docente a cargo dejó a tres aspirantes luego de la primera selección. Según el orden de mérito, el primer puesto fue para Norma Formaniuk; el segundo para María Arnolfo y el tercero para Verónica Corvera.

Todo parecía listo para que la primera del listado se quedara con el cargo, pero Arnolfo impugnó la decisión, algo que fue rechazado por la junta escolar. “Todos los argumentos que dio en la impugnación eran subjetivos”, dijo Eugenia Cortez, una de las directivas de la institución.

El paso siguiente de Arnolfo -que es esposa de Bruno Mini, jefe de Gabinete del intendente merlino, Juan Alvarez Pinto- fue elevar su queja al municipio, donde todas las puertas se le abrieron.

La escuela no tuvo más remedio que convocar a su asesor legal para que desate la situación, que es nada más y nada menos que el intendente en persona. Lo que siguió es fácil de adivinar: Alvarez Pinto desechó de la lista a Formaniuk y con el arte de las manos mágicas de la burocracia Arnolfo se quedó con el puesto

Por supuesto que la escuela no se quedó callada ante lo que consideró una injusticia y empezó los trámites para que se respete el orden del concurso. Argumentos no le faltan.

“El intendente habla de irregularidades graves en el concurso pero no lo anula, sino que simplemente borra a la ganadora para que la docente que salió segunda tome el puesto”, dijeron en la escuela. “Nos parece rarísimo”.

Hay otro punto que Cortez y Vanina Zabala, otra directiva de “Mirlo”, destacaron: todos los actos del concurso inicial fueron refrendados en primera instancia por el veedor municipal, Federico Robles, quien luego se desdijo de sus dichos y opinó en concordancia con Alvarez Pinto. 

“Hace 24 años que tenemos un reglamento que respetamos a toda costa, más allá de los directores que pasen, la junta evaluadora siempre trabajó de acuerdo al perfil de docente que se busca”, se lamentaron las profesoras. 

También las denunciantes -que pidieron la colaboración de toda la población merlina para que no se cometa una injusticia- señalaron que antes de que las postulantes presenten el trabajo final fueron convocadas a una reunión especial en la que les explicaron todos los pasos a seguir. En esa instancia, Arnolfo no mostró disconformidad alguna. 

Zabala y Cortez dijeron también que siempre “Mirlo” se ha mantenido por fuera de los destinos políticos que manejaban la municipalidad, algo que se ve amenazado en la inédita situación por la que pasan ahora