Dicen que Federico Robles, el veedor y secretario de Desarrollo Humano de Merlo, firmó las actas del concurso y luego se desdijo. La esposa del jefe de gabinete tomará el martes el cargo.
La comunidad educativa de Mirlo, en conflicto con la intendencia. Foto: Gentileza.
El conflicto en la escuela especial Mirlo, de Merlo, sigue con la aparente sensación de que recién empieza y tendrá un largo y mal aliento. La escuela inició una serie de acciones que se prolongarán por toda la semana para rechazar el nombramiento de una docente que sobrepasó el concurso en segundo lugar y en dudosas condiciones.
De hecho, María Arnolfo, esposa del jefe de gabinete de la municipalidad de Merlo, tomará posesión del cargo el martes 3 de setiembre luego de que el intendente de la localidad, Juan Alvarez Pinto, borrara de un plumazo a la ganadora. Arnolfo -esposa del jefe de gabinete de la municipalidad- salió segunda en el concurso que ella misma impugnó.
Molestos con la situación, los directivos de la escuela idearon un plan de protestas que se inició con una conferencia de prensa y concentración el lunes en el edificio del nivel 2 de la escuela; el martes habrá una clase abierta en la plaza Sobremonte, el miércoles una caminata del silencio en el mismo lugar y el jueves una banca ciudadana en el Concejo Deliberante.
La primera de las acciones fue compartida entre directivos, docentes jubilados y la comunidad educativa para mostrar su descontento con la situación. “Todos los que entramos a Mirlo rendimos concurso”, dijo una ex profesora de la institución, que trabajó en los reglamentos. “Siempre hubo un trabajo con ética y con exigencias. Estamos acá porque queremos preservar las normas del colegio”, sostuvo la mujer que fue docente por 30 años. En eso se basó gran parte el encuentro con la prensa del lunes: en defender el reglamento del colegio, atacado por Arnolfo y ofendido por Alvarez Pinto y un grupo de sus funcionarios más cercanos.
Uno de ellos es Federico Robles, quien ofició de veedor en el concurso y estuvo en todo el proceso selectivo para defender su transparencia. La cuestión es que -dijeron los docentes-, Robles (que es secretario de Desarrollo Humano de la Municipalidad merlino) firmó todas las actas avalando el concurso docente y luego hizo un informe reservado que habría servido como aval del intendente para la decisión de perjudicar a la docente ganadora, Norma Formaniuk, en favor de Arnolfo.
En el orden de mérito establecido en el concurso, la profesora ganadora alcanzó 73,20 puntos sobre 58,65 de la impugnante. Como si fuera poco, los docentes ayer dieron a entender que antes que se divulgaran esos resultados, Robles se los informó a sus superiores, a modo de filtración.
"Robles es quien coordina nuestra actividad con el municipio. Cuando le pedimos el informe nos dijo que lo pidamos a la oficina de Legales. Lo pedimos pero nunca nos lo dieron”, dijo la directora de la escuela, Eugenia Gómez.
Durante el fin de semana, Arnolfo emitió un comunicado en el que reconoció ser pareja de “un funcionario del gabinete municipal”, una situación que -dijo- no le impide reclamar ante lo que considera una injusticia.
La docente, en pareja con el jefe de gabinete de Alvarez Pinto, Bruno Mini, cuestionó la falta de transparencia en el concurso en el que salió segunda y reconoció que acudió en queja al intendente, con quien se supone tiene una relación estrecha.
La reacción de Alvarez Pinto -un mes después del pedido- fue correr del orden de mérito a la docente ganadora y colocar a Arnolfo en el cargo, sin más explicaciones, según dicen en “Mirlo”.
El Diario de la República
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