Villa de Merlo: El nuevo panorama en la municipalidad de Merlo tras la ida de Alvarez Pinto
El intendente interino tiene por delante una serie de desafíos heredados de la gestión del ahora ministro Juan Alvarez Pinto. La temporada, que se prevé floja, ya está en marcha.
El nuevo intendente asoma el lunes en la inauguración del Parque Recretivo detrás de Poggi, Alvarez y Guardia, ocasionalmente tapado por un niño. Foto: Municipalidad de Merlo.
La incursión de Juan Alvarez Pinto en el Gabinete Provincial como ministro de Turismo y Cultura obligó a reconfiguar el entramado político en la municipalidad de Merlo. El enojo que causó en los vecinos de la localidad que el intendente abandonara su cargo para asumir en un puesto de mayor exposición política será una de las luchas que tendrá su reemplazante, Leonardo Rodríguez.
Hombre de perfil más bien bajo, padre de dos hijos, egresado de la escuela Santiago Besso, Rodríguez cultivó desde el Concejo Deliberante del que fue presidente –y donde tuvo que contener a una oposición muy fuerte, aunque minoritaria- un armado político de pocas estridencias. Se lo considera un delfín muy cercano al ex intendente, que le deja un mapa municipal cargado de problemas.
El creciente inconformismo de la población merlina con las políticas del ahora ministro, un conflicto en aumento con los empleados municipales, un gabinete seriamente cuestionado que no escapa a disputas internas, el enojo de entidades por la paralización de obras como la jerarquización de la ruta 1 incompleta por una medida judicial y la decisión comunal y el posible quebrantamiento del sistema de agua potable son algunos de los desafíos que Leonardo (quien siempre aclaró su condición interina de la intendencia) tendrá que sortear tras la gestión de su amigo.
Por lo pronto, a Rodríguez se mostró muy a gusto en la visita que el gobernador Claudio Poggi y su flamante ministro de Turismo hicieron a Merlo el lunes mismo, pocas horas después de la asunción. Allí se reinauguró el Parque Recreativo, una obra iniciada durante la gestión de Alberto Rodríguez Saá.
Parecía cómodo el actual intendente merlino en el itinerario oficialista porque siempre se mantuvo –o lo mantuvieron- en un modesto segundo plano, atrás de la figura excesivamente protagonista de Poggi, de la nueva cara aplacada de Alvarez Pinto y de la sonrisa dispuesta del senador Sergio Guardia, quien supo capitalizar los flashes y las cámaras mejor que Rodríguez.
Como en la política la rueda no para de dar vueltas sobre sí misma, la primer pulseada que le valdrá dolores de brazos y de cabeza al interino intendente será la inminente temporada turística, que asoma flaca y sin gracia para los merlinos, que tienen un gran porcentaje de ingresos por esa actividad, tal como lo dijeron en sus declaraciones periodísticas Poggi y Alvarez Pinto en lunes.
Sea para sacar chapa en caso de que la temporada sea buena o para cubrirse del fracaso con la excusa de la advertencia, Santiago Trobo, secretario de turismo de Merlo, se encarga en todas sus presentaciones de anunciar una temporada floja. No parece la mejor estrategia para turistas y empresarios pero el funcionario sabe lo que es cantar con precisión desde sus épocas de organizador de encuentros corales en Merlo.
Lo extraño es que Trobo va variando el porcentual que se espera de ocupación hotelera en Merlo. Primero estimó que sería del 40 por ciento pero cuando observó que fueron muchas las alarmas que se encendieron tras esas declaraciones subió ese número y dijo que si hay un 60 por ciento de ocupación “habremos ganado una batalla”.
Como una temporada con porcentajes menores a esos sería directamente catastrófica, Trobo –antiguo militante del PRO macrista, sufrido hincha de Independiente- preparó con esa declaración el podio para colgarse una medalla de cartón.
Otro de los primeros pasos que dará la gestión de Rodríguez durante el verano será la organización de la 52 edición de la Fiesta Nacional Valle del Sol, que se realizará entre el 7 y el 9 de febrero. Contará para eso con la inestimable colaboración de Gonzalo Mastronardi, echado del ministerio de Turismo por Poggi durante la gestión del anterior ministro Juan Manuel Rigau, por polémicas declaraciones contra el folclore puntano.
Tras un escueto pedido de disculpas, Mastronardi fue acogido por Alvarez Pinto para su gabinete municipal, en lo que para algunos fue un desafío al gobernador en días donde la tensión entre el radicalismo y la gestión poggista tuvo altas temperaturas. De todas maneras, el nuevo intendente no tendría con Gonzalo la misma consideración que su antecesor y ante cualquier paso en falso estaría dispuesto a tomar medidas.
Pero lo primero que tiene que hacer Rodríguez es asumir que por al menos un año tendrá que comandar la intendencia de la tercera localidad de la provincia, algo de lo que a juzgar por su perfil de Facebook –donde hasta ayer seguía figurando como presidente del Concejo Deliberante- parece no haber tomado nota todavía.
Nota: ED
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