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Inseguridad: Hace dos meses, la intendenta de Cortaderas había advertido por la inseguridad en la zona

 

Macarena Benítez pidió en julio al Gobierno Provincial que diera más presencia policial en la zona. La ministra de seguridad la reprendió. 



Poggi y la ministra Nancy Sosa ríen en un acto en Cortaderas, en julio. A su lado, la intendenta de la localidad, Macarena Benítez. Ese día prometieron terminar una comisaría en el pueblo. Foto: ANSL.


Los reclamos que la intendenta de Cortaderas, Macarena Benítez, le hizo al Gobierno Provincial en julio para que interceda ante la inseguridad que se vivía en su población toman un nuevo significado ante el hecho de sangre que sufrió el oficial Renato Fuentes, asesinado el viernes a la noche por balas de dos delincuentes que asaltaron una finca en las afueras de la localidad.


El pedido de Benítez se había sumado al que semanas antes proclamó Valeria Khun, la intendenta de Naschel, una localidad cercana, también parte del Valle del Conlara, quien no tuvo más opción que declarar, por entonces, la emergencia en seguridad. Incluso, un grupo de vecinos inició una movilización para acompañar los pedidos de la intendenta.


La respuesta del gobierno para ambas inquietudes fue similar: un par de declaraciones autoritarias por parte de la ministra de Seguridad, Nancy Sosa, quien pretendió aleccionar a las funcionarias y la inacción, una constante que se refleja en toda la gestión en esa materia. En un acto realizado pocos días antes había prometido terminar una comisaría nueva en la localidad.

Ahora, con el cuerpo de un hombre de la fuerza de seguridad baleado, la encargada de la seguridad provincial no pudo más que bajar el tono. En un posteo en X, donde suele compartir mucho contenido, dijo que “la sangre derramada es la entrega por el bien de la comunidad” y tras darle el pésame a la familia, camaradas y amigos, prometió “no parar hasta encontrar a los responsables”.


En el mismo sentido, también por X, se manifestó el gobernador de la provincia, Claudio Poggi, quien dijo que “no descansaremos hasta dar con los asesinos de quien cuidaba a toda su localidad”.

 

 

En ese camino, la Policía detuvo a pocas horas del hecho a Mauro Vieyra y le adjudicó el asalto. Según las primeras informaciones, los ladrones que asaltaron la vivienda –cercana al límite con Los Molles- eran tres: dos que ingresaron a la casa y un tercero que los esperaba en su auto.


El hecho se registró en la ruta 1, en el kilómetro 17, cuando en la casa estaba una mujer con su hijo.

 

 

La voz de alto que dieron Renato y su compañero fue repelida a balazos. Aparentemente uno entró por la espalda del oficial abatido, quien murió de forma inmediata, en el monte de la zona, mientras perseguía a los asaltantes.


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