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Cortaderas: La Justicia ordenó que se libere el acceso a la reserva de Villa Elena

Quien sufra cualquier impedimento de paso, deberá efectuar la denuncia ante las autoridades municipales o policiales

Una situación límite había puesto en alerta a los vecinos de Cortaderas. La interrupción del paso por un sendero que lleva al sitio conocido como "la toma de agua", había despertado indignación. Recientemente, la Justicia dictó una medida cautelar que garantiza el acceso público a la Quebrada de Villa Elena.

La Municipalidad de Cortaderas, representada por la intendenta Macarena Benitez y bajo el patrocinio del letrado Maximiliano Mattis, solicitó una medida tendiente a que se declare a la Comuna y a todo su pueblo como justos y legales poseedores de la porción de tierra llamado pública, documental e instrumentalmente como Sendero de Villa Elena.

Este sendero se ubica desde el final de la calle pública de acceso a la Reserva de la Quebrada de Villa Elena hasta la toma de agua pública, también llamado Dique Parrilla, haciendo zigzag de manera paralela al arroyo Cortaderas, extendiéndose en dirección este-oeste. La idea de la presentación era instruir a Ernesto Feliz Frias Minetti -y todo aquel que lo intentara- al cese inmediato de toda turbación, menoscabo o impedimento para que la sociedad pueda gozar el paso señalado.

La Municipalidad invocó diferentes aspectos que evidenciaron la posesión del sendero. Por ejemplo, mencionaron un programa nacional ejecutado por Obras Sanitarias de la Nación Argentina, que comenzó la construcción de una mega obra en la década del 40, de provisión y potabilización del agua: la toma de agua, también conocida como Dique Parrilla, que se encuentra al final del sendero. Por entonces se amplió por primera vez el sendero (por Cortaderas y la Nación).

También se recordó que en la década del 70 un programa desarrollado totalmente por el Municipio ensanchó aún más el sendero, llegando a tener casi 5 metros de ancho, posibilitando a los vehículos subir hasta el Dique Parrilla.

Se nombró también que en la década del 80 se presentó la problemática de la zarzamora, una planta-plaga, especie de enredadera que asfixia a la flora local. Ello obligó a desmalezar los márgenes del sendero para garantizar su apertura y transitabilidad porque es la única vía de acceso al agua que luego se potabiliza y consume por parte de los habitantes del pueblo.

Del mismo modo, recordaron que en los primeros años del nuevo milenio se explotó turísticamente la zona a través de la Secretaría de Turismo municipal. En definitiva y más allá de los ejemplos vertidos, se certificó que históricamente el Municipio ha realizado actos posesorios por más de 100 años.

La Justicia resolvió no hacer lugar a la medida autosatisfactiva en la forma solicitada y la reencausó como medida cautelar innovativa. Ahora, frente a cualquier impedimento de acceso, quien lo sufra, deberá de inmediato efectuar la denuncia ante las autoridades municipales o policiales



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