Provinciales: La justicia falló a favor de una mujer que sufrió acoso laboral
La Sala Laboral Nº2 de la Segunda Circunscripción Judicial falló a favor de una trabajadora y dio lugar a una demanda laboral por daño moral y despido discriminatorio.
La mujer acudió a la justicia para demandar a su ex empleadora y alcanzar el reconocimiento de su derecho a una indemnización por despido sin causa y discriminatorio.
El tribunal resolvió el reclamo de una mujer que fue despedida y que sufría en su lugar de trabajo situaciones de persecución y hostigamiento que derivaron en consecuencias en la salud psicológica y psiquiátrica de la misma. La trabajadora tuvo que someterse a licencias por enfermedad, juntas médicas y a un destrato por parte de la empleadora.
El representante legal de la mujer solicitó la aplicación de la perspectiva de género al dictar el fallo, señalando lo previsto en la Ley Micaela, refiriendo que la provincia de San Luis adhirió a la misma. En ese sentido, remarcó a la mujer trabajadora como doblemente vulnerable, por su condición de trabajadora y de mujer y destacó que, en cuanto a la carga probatoria, la perspectiva de género impone la valoración a favor de la mujer.
En este caso, y en relación a los acosos, el fallo expresa que existieron numerosos indicios que probarían el acoso sufrido por la mujer: “el análisis integral de las declaraciones testimoniales (…) de quienes eran compañeras de trabajo de la actora, más el resultado de la junta médica realizada en sede judicial, no impugnada por la empleadora, se concluye que los hechos de acoso, y despido discriminatorio que motivaron los problemas de salud psicológicos y psiquiátricos han quedado probados en autos y también se ha acreditado que guardan un nexo de causalidad directa con el ambiente laboral de la demandada donde trabajaba la actora”.
La cámara concluyó que existieron: “indicios cuya precisión, gravedad y concordancia, son lo suficientemente razonables para concluir que el acto empresarial del despido lesionó un derecho fundamental de la trabajadora”. Y agregaron que se evidenció un destrato para la mujer corrompiendo el principio de buena fe laboral.
Por otro lado, consideraron que se trató de un despido ilícito discriminatorio por acoso laboral acreditado por indicios serios y precisos: “la patronal tenía conocimiento de los hechos causantes del despido discriminatorio y acoso laboral que sufrió la trabajadora y en lugar de tomar medidas de protección para con la misma, sino que terminó despidiendo culpándola de una injuria grave que no precisa ni prueba”.
Los jueces Fernando Pascuet, Álvaro Rodríguez y Mariel Elisabet Linardi dispusieron la indemnización agravada por despido discriminatorio y la indemnización por daño moral atento las particularidades del caso y ordenaron a la empresa a abonar una suma de dinero.
Información: Prensa del Poder Judicial
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