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Rio Cuarto: se jubila y su patrón le regaló un 0 Km

 El trabajador es Juan Carlos Rubiolo, del Barrio San Francisco de Las Higueras, quien desde los 14 años trabaja en La Italiana. En el momento de recibir su jubilación, Roberto Gualtieri, dueño de fábrica de pastas, le entregó la llave de un auto cero kilómetro y designó el área donde él trabaja con su nombre. Un reconocimiento por su dedicación y trabajo. 


Atrás de un empleado feliz, hay un trabajo bien hecho. Y al parecer, detrás de un jefe satisfecho, hay a lo largo un gran reconocimiento. Juan Carlos Rubiolo está desde los inicios en la empresas de pastas La Italiana, ubicada en Ruta Nacional Nº 158 km 0. A los 14 años comenzó a trabajar en el lugar, en la construcción de la empresa. Estuvo a la par de la familia que llevó adelante este proyecto, y en el momento de su jubilación, fue notoriamente reconocido.

“Empecé con la empresa constructora, a levantar la pared, los cimientos. Estuve desde el comienzo con el señor Humberto Gualtieri, que lamentablemente no está más, el me trajo acá”, expresó Juan Carlos Rubiolo en La Mañana del Limón.


A Juan Carlos le llegó la jubilación, sin embargo el continúa yendo a trabajar hasta fines de este mes, para completar el período trabajado correspondiente. En dialogo exclusivo con La Mañana del Limón, destacó su agradecimiento hacia la empresa familiar que lo empleó medio siglo. “Estoy muy feliz, para mi es como una familia del corazón”, expresó el trabajador de la empresa de pastas, y contó que cuando él comenzó a trabajar fue “en el mismo lugar, y era un terreno vacío”.

Rubiolo Comenzó a hacer un análisis del tiempo que pasó, de lo vivido en su lugar de trabajo, de lo que creció la producción con su presencia en el lugar. Según informan desde la página de la empresa, la primera máquina que inició con el proyecto fue creada por el fundador de La Italiana, Humberto Gualtieri, la cual elaboraba 30 kilos de ravioles por hora, “hoy son bastantes toneladas las que se hacen por día, una producción muy grande”, contó Juan Carlos. El trabajador recientemente jubilado se desarrolla en el área de tapas de empanadas y pascualinas, lugar que han decidido ponerle su nombre, con una placa que lo identifica. Otra manera de agradecerle por todo el tiempo trabajado en el lugar.

Así, después de 50 años de trabajo, Juan Carlos tiene un área de la empresa que lleva su nombre y se va del lugar con un auto cero kilómetro, realidad a la cual puede acceder por primera vez en la vida. “A esto nunca he pensado llegar. Me han apoyado en las malas como en las buenas, hemos pasado juntos los mismo problemas. Tanto así como ahora está el progreso, hemos tenido momentos difíciles”, relató Rubiolo, y agregó: “Es muy difícil decirlo, no se si me lo merezco o no, pero ellos han tomado esta decisión. Yo he vivido dentro de la empresa, he trabado noche y día en la empresa, si había que venir venía. Un poco la siento mía, me cuesta irme”.

Fuente: LV 16

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