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San Luis: Hallaron tarjetas de crédito, gastaron un millón de pesos y las detuvieron

La dueña de los plásticos los perdió en una escuela de Villa Mercedes. La madre de un chico que asiste al establecimiento los encontró y, junto a otra mujer, hizo compras en comercios, en los que quedaron grabadas en video. Les dictaron la prisión domiciliaria.



Dos mujeres encontraron en una escuela de Villa Mercedes unas tarjetas de crédito a nombre de otra mujer. Sintieron, quizás, que se habían sacado la lotería y salieron de compras hasta que los plásticos les dijeron basta. Los usaron hasta cubrir sus límites. Hicieron compras por un total de un millón de pesos. Tal vez pensaron que ese no era un delito, pero hoy más que nunca saben que sí. Después de algunas averiguaciones, las detuvieron, las imputaron por estafa y les dictaron la prisión domiciliaria.

Pero la medida de coerción podría quedar sin efecto si la damnificada acepta la propuesta que le han hecho las imputadas de una reparación integral, es decir, un ofrecimiento de dinero para restituir la totalidad de las compras realizadas.

Según trascendió, la víctima perdió sus tarjetas cuando fue a una escuela a llevar a un nene. No supo decir en qué circunstancias y cómo sucedió, porque se dio cuenta de que le faltaban sus pertenencias recién cuando llegó a su domicilio. Supo más tarde que, además, alguien las había hallado y comenzó a hacer compras con ellas. Esas operaciones quedaron registradas en los movimientos de la empresa crediticia.

La damnificada hizo la denuncia en la fiscalía de turno, a cargo del fiscal instructor José Olguín. Los investigadores lograron rastrear a las imputadas gracias a los datos que figuraban en los movimientos de los plásticos y a los videos de las cámaras de seguridad de los negocios a los que fueron. Los registros de las tarjetas les indicaron a qué comercios habían ido, con fecha y hora. Esos locales, a su vez, captaron, a través de sus videocámaras, el paso de las mujeres por ahí, comprando y pagando.

El fiscal aclaró que la población no debe tomar a la ligera el usar una tarjeta que "no es propia, que es robada o que alguien ha perdido". "No es un chiste, no es encontrar una tarjeta e ir a hacer compras a un lugar que, al mismo tiempo, irresponsablemente, no le pide el documento. Por ahí hay gente que cree que no pasa nada, pero en realidad se mete en un delito complicado que tiene hasta seis años de cárcel", advirtió.

Fuente: El Diario De La Republica

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